Reflexiones

Etapa 6. Vienne – Valence 86 km

Hoy hemos tenido un día de esos dificiles de olvidar
Sabiamos que el viento iba a causar molestias pero lo que no sabíamos era el nivel al que podia llegar.

Antes de las 8 salimos a por el pan y nos hacemos un bocadillo en la habitación. Desayunamos y recogemos las cosas. Tenemos dudas sobre si cambiamos de rumbo o no (por el viento) pero decidimos probar, aun sabiendo que no llegaremos a nuestro destino.

Salimos pasadas las 9 de la mañana y el viento sopla fuerte. Pedaleamos junto al rio. El paseo es muy bonito pero que lástima que no podamos disfrutarlo como se merece. Debemos hacer mucha fuerza y cada pedaleada se hace más lenta. Vamos a una media de 17 km/h cuando podriamos ir, perfectamente a 25. Qué lástima!!

Durante el trayecto encontramos varios árboles caídos que nos obligan a bajarnos de la bici y cruzar encima de ellos. Muchas ramas y hojas se cruzan por nuestro camino.

Pasados los 20km, a Aida le empieza a hacer un ruido extraño la bicicleta. Parece que algo cruje en la zona del pedalier. Paramos en la tienda de bicis más cercana (a 33km) y nos comentan que no tienen la herramienta pero que en 32km encontraremos un pueblo con más servicios de reparación.

Dicho y hecho, seguimos pedaleando y cada vez el viento sopla más. Debemos cruzar puentes en varias ocasiones y al hacerlo nuestras bicis (junto con nosotras) se giran y casi no nos permiten seguir pedaleando. Debemos hacerlo con cuidado.

En algunas ocasiones, los arboles paran un poco el fuerte viento (que es de 40km/h con rafagas de 80). Una verdadera Odisea en algún momento. Me pregunto porqué no hemos decidido ir dirección Lyon y tener el viento a favor… Nos habremos confundido? Estamos haciendo lo correcto? Lo único que sabemos es que este era el plan inicial y, a pesar de todo, lo estamos siguiendo.

Finalmente llegamos al pueblo donde hay un taller de bici. Son las 14:10h y hasta las 14:30 no abren así que esperamos mientras nos comemos un mini bocadillo que nos ha sobrado de la mañana.

Miran la bicicleta, le limpian el eje y no notan nada extraño. Parece que tocaba con el cable de cambio y simplemente tensandolo parece que se arregla.

Entrando a Valence

Nos vamos pasadas las 15:00 y hacemos los últimos 20km hasta la entrada de Valence. Nos toca esperar 45 min para que el recepcionista del hotel nos venga abrir. Al final, por 35€ dormimos en un hotelito con baño y ducha dentro de la habitación. Podemos usar el microondas de la entrada y tenemos supermercados muy cercanos.

Asi que el resto de la tarde consta en ducharnos, ir a comprar y cenar!

Ahora tenemos el hándicap de saber que haremos mañana y pasado. Nuestra idea es acabar en Nimes pero el viento y el tiempo son los que decidiran ya que nos han hecho ir más lentas de lo previsto y si llueve no podemos continuar. Mañana tocará decidir!

Reflexiones

Etapa 5. Roanne- Vienne 114km

Hoy hemos tenido una etapa muy bonita, por carreteras rodeadas de verde y un sol que nos ha acompañado a lo largo de toda la jornada.

Tras levantarnos y desayunar leche con muesli (mucho muesli), y comprobar que la nevera del apartamento no enfriaba sinó que congelaba (nuestros platanos se habían convertido en piedras), decidimos emprender la etapa.

A modo de resumen y como características del dia, hemos subido dos pequeños puertos de unos 6km aproximadamente pero han sido bastante agradecidos ya que no había tráfico y las bajadas que seguían eran fantásticas.

Hemos tenido viento en contra en algunas ocasiones, sobre todo los últimos 20km pero los 85 anteriores hemos ido alternando viento de lado y, en algun caso, nos ha empujado (pocas han sido las veces, jejeje…)

Primeros km por la via Rohna!

Durante el trayecto hemos ido parando para poder ver qué camino tomábamos para alejarnos de grandes carreteras y también para comer el plátano convertido en puré (sí, ese que estaba congelado por la mañana) y unos frutos secos.

Hemos llegado a Vienne a eso de las 16;00 tras 114km y +1300m. Nos hemos instalado, duchado y tras comer un yogurt, hemos salido a ver el pequeño pueblo que esconde rincones mágicos del imperio romano.

Acabamos en el supermercado comprando parte del desayuno de mañana y cenando en un restaurante Hindú con un descuento del 50% de la aplicación «thefork».

Mañana pelearemos por la via Rohna, pero la previsión de viento fuerte nos asusta un poco. A ver si podemos hacer la etapa como la tenemos planeada!

Reflexiones

Etapa 4. Moulins – Roanne 108km

Después de un día entero de parón por lluvia constante, retomamos la ruta sabiendo que, ahora, nuestro objetivo de acabar en Barcelona es inviable por falta de tiempo, así que Perpignan, por ahora, parece una buena opción.

Salíamos a las 9 de la mañana con 6 grados de temperatura y el cielo tapado, por una carreta muy poco transitada y con un constante sube y baja que se ha hecho bastante ameno.

Pasados los primeros 30km, el sol ha empezado a salir y se iba tapando con algunas nubes pero los rayos de sol nos animaban. Hay que decir que, aunque la temperatura era baja, mientras pedaleábamos se estaba bien. Aida incluso ha decidido ponerse el culote corto!.

En un precioso carril bici dirección Roanne!


La ruta ha seguido por carreteras todavía menos transitadas, algunas marcadas como vías ciclistas.
Al llegar a Marcigny, he pinchado mi rueda trasera pero la hemos arreglado bastante rápido y hemos seguido los últimos 30km por la majestuosa via verde «v71» o también «Veloira».

Al entrar a Roanne hemos parado por el Decathlon para comprar unas cubiertas nuevas (las mías necesitaban un cambio urgente) y seguidamente hasta el apartamento donde nos quedamos hoy.

Tras la ducha hemos caminado hasta el centro y luego al supermercado, para volver, cenar y poner una lavadora/secadora con la ropa de estos días.

Mañana, si todo va bien, llegamos a la Via Rohna!

Reflexiones

Etapa 3. Beaulieu – Moulins 141 km

Viento. Esta es la palabra que describe perfectamente la etapa de hoy.

A las 8’45 salimos bajo un suave sol y un frío interesante (8°C). Aunque a primera hora, mientras pedaleábamos no se notaba demasiado.

Hemos seguido la Eurovelo 6 al lado del canal y del rio Loira durante aproximadamente 60km. En Marsielles nos hemos desviado por una carretera secundaria con constante sube baja rompepiernas y con un viento que ya hacia rato apuntaba maneras.

Cuando no hacia «casi» viento

Nuestra previsión era llegar a una hora más decente que ayer y hemos tenido que cambiar un poco el recorrido porqué mañana dan lluvias y si haciamos 25km de más, había un alojamiento más económico en caso de quedarnos dos noches.

El viento ha seguido apretando y nuestro itinerario no pasaba por ningun supermercado, ni bar, ni panaderia ni nada parecido. Un desastre.
Los 80 km más largos y bastante sufridos con solamente una galleta, medio dátil, media manzana y 4 lonchas de queso a palo seco. Aparte, el pedaleo era lento y el viento no nos dejaba superar los 20km/h y si le sumamos las subidas, el cansancio, la poca comida y lo malhumoradas que nos tenía el viento, podéis imaginar lo que costaba avanzar.

Al final, a las 17:00 llegábamos a nuestro hospedaje. Ducha y a comprar comida. Hemos cenado muy temprano y ahora estaremos a la espera de la previsión de mañana. Si llueve tocará estudiar nuevamente la ruta para ver si seguimos por la idea inicial o acortamos de algun lado. Ya veremos!

Reflexiones

Etapa 2. Evry – Beaulieu sur Loire 162km

Hoy ha sido un dia largo.
A las 9.00 empezamos a pedalear, siguiendo la carretera que nos lleva hasta el rio Sena. El track nos lleva por unas escaleras, así que bajamos de las bicis y caminamos al lado mientras avanzamos.

El camino va junto al río todo el tiempo por zonas bien asfaltadas, menos en un momento que nos metemos en un sendero resbaladizo (y evidentemente no apto para bicis de carretera) pero avanzamos como podemos.

Al poco rato llegamos a Melun y decidimos seguir por una carretera secundaria hasta Montargis, pasando Nemours. De ahí hemos enlazado con el canal de Briane, en perfecto estado y super rodador hasta Rogny, y luego hemos seguido por una carretera secundaria con bastante viento en contra. El camino estaba asfaltado por una carretera sin apenas tráfico que nos ha conducido hasta el final de la etapa de hoy, por fin!


Dormimos en una casita, cercana a la eurovelo 6. Después de limpiar las bicis, nos hemos duchado y hemos cenado temprano, estamos intentando adaptarnos al horario francés, jeje.

Mañana creemos que tocará menos km, a ver como evoluciona el dia.

Reflexiones

Paris – Evry Courcouronnes 33km

Semana Santa, qué mejor plan que ir en bici?
Igual que el año pasado, nos decantamos por ir en bici de carretera con bikepaking (las gravel no tardaran en caer…).

Después de pensar por donde movernos, nos decantamos por subir a Paris e intentar llegar hasta casa (siempre que el tiempo y nuestras piernas nos lo permitan).

Y… Dicho y hecho. El viernes, tras acabar de trabajar, nos montábamos en un bus de casi 16 horas para llegar a Paris, la ciudad de la luz! El trayecto se ha hecho bastante ameno, con alguna película y unas largas e interrumpidas horas de sueño.

Son las 7’20h de la mañana cuando llegamos a la estación de autobuses, montamos las bicis y nos acercamos a ver algunos de los puntos más emblemáticos de la ciudad como Notre Dame, la Torre Eiffel, el Moulin Rouge y Montmatre. Son unos cuantos los km que hemos hecho por la ciudad sorteando la lluvia que amenazaba al paso de las horas.

Frente a la Torre Eiffel

Pasadas las 12h, nos plantamos en el río Sena. Es hora de pedalear un poco y salir de la ciudad para encontrar algo económico donde dormir. La previsión de lluvia para la tarde empeora y hace bastante frío como para ir en bici mojandonos.

Seguimos el cauce del río Sena durante aproximadamente 30 km. En Evry Courcouronnes nos desviamos para seguir hasta un hotel Formula 1 bastante decente, donde descansamos, planeamos la etapa larga de mañana y hacemos una excursión bajo la lluvia hasta el supermercado.

Esperemos que el tiempo aguante los próximos días!

montaña

Puig Estela (2013m)

Ruta sencilla para realizar en una mañana.
Nos dirigimos con el coche dirección Pardines pero, antes de llegar tomamos un desvío a mano derecha que nos lleva por una pista asfaltada hasta la Iglesia de Santa Magdalena de Puigsac. Ahí dejaremos el coche y empezaremos la caminata.

No tiene mucha pérdida ya el camino esta señalizado ya sea para hacerlo en una única dirección (unos 7km en total contando ida y vuelta) o bien un poco más largo haciendo la ruta circular, de 14,5km con + 980m. Nosotras obtamos por esta última opción para así hacer más completo nuestro dia. El track de la ruta lo puedes ver aquí.

Una vez salíamos del aparcamiento, seguimos la pista asfaltada que pronto se convierte en una pista de gravilla ascendente. Enseguida encontramos un poste indicador donde debemos tomar la decisión de qué camino cogemos (si el de ida o vuelta o el circular). Para este caso, y como ya hemos comentado, escogeremos esta última opción, direccionandonos hacia «la Portella de Ogassa».

El camino es muy fácil y vamos alcanzando altura sin apenas darnos cuenta. Suubimos por una especie de canal donde podemos ver a nuestra derecha el Taga. Dudamos en subirlo o no, pero ya lo hemos hecho en anteriores ocasiones por otro lado, así que descartamos ésta opción.

Seguimos hacia nuestra izquierda hasta la Portella de Ogassa y ahí, por la cresta pasando por el Puig Coma d’Olla hasta el objectivo, Puig Estela. El viento aprieta un poco y la sensación térmica se nota (debemos estar a -4 Cº). Así que nos sacamos las fotografias de rigor y seguimos el camino descendiendo por la cresta (pero no por el mismo camino que hemos cogido). Así pues, llegamos hasta el «Coll del Pal» donde encontramos un palo indicador que nos direcciona hacia Pardines.

Seguimos el camino que, en ocasiones no es demasiado visible pero se divisa a lo lejos la pista, la cual más tarde cogemos y nos llevará directamente hasta el aparcamiento.
Fin de nuestra pequeña excursión. En menos de 4h se puede hacer perfectamente, para así coger fuerzas para la comida.

Reflexiones

Posets invernal (3375m)

a mucho tiempo que queria subir a esta cima, nunca encontraba los días ni las personas con quien ir hasta que, Aida se ofreció a acompañarme y vivir esta pequeña aventura juntas.

El 3 de enero acercamos la furgoneta por una pista de unos 5km hasta el aparcamiento del puente de Espigantosa, lugar desde el qual empezaremos la caminata hasta el refugio Ángel Orús. El recorrido nos lleva poco más de 90 minutos, no alcanza los 4km con 600m de desnivel positivo. Aquí puedes acceder al track.

Nosotras salimos pasadas las 16.00h, para llegar aun con luz al refugio, cenar temprano y descansar bien antes de salir a primera hora de la mañana.

La noche es fría. En el refugio hay otros montañeros con planes diferentes al nuestro. Parece ser que no encontraremos a nadie subiendo el Posets. Desayunamos temprano, nos vestimos y nos preparamos para la ascensión. Todavía es de noche (7.30h), así que salímos con los frontales y lo crampones puestos.

Los primeros metros transucrren por un sendero rocoso, lo que hace que nuestro paso sea más lento pero también ganamos altitud en pocos minutos. Enseguida dejamos el refugio atrás y pronto dejamos de verlo. En menos de 30 minutos llegamos a un cruce donde decidimos qué dirección tomar. O bien hacia la derecha para ir al Refugio de Estós o por la izquierda, dirección a la Canal Fonda, que nos llevará hasta casi la cumbre de nuestro objetivo.

Avanzamos siguiendo una traza perfecta y al adentramos a la canal, toca empezar a abrir traza. Suerte que Aida está fuerte y marca el ritmo y el camino que hay que seguir. Hacemos algunas paradas para respirar, el sol hace rato que ha salido, el dia está super despejado con un cielo azul espectacular, sin ninguna nube a la vista.

Sin darnos apenas cuenta, llegamos al Collado del Diente y aprovechamos para sacarnos alguna capa antes de alcanzar los últimos metros hasta la cumbre. A nuestro paso vemos toda la Canal que acabamos de subir y contemplamos las espectacular vistas que tenemos a todo nuestro arededor.

Seguimos ascendiendo, esta vez por la arista. Aquí no hace falta trazar camino, vemos marcas de otras personas que deben haber pasado días anteriores y la roca nos ayuda a adherirse mejor. Enseguida estamos encima en la cima, la segunda cima más alta de la cordillera Pirenaica.

No hace nada de frío, el viento apenas sopla, estamos completamente solas. El sol calienta, es espectacular. Nos hacemos fotos, disfrutamos del momento, comemos algo y empezamos el descenso por el mismo camino que hemos cogido para llegar hasta aquí.

Llegamos al refugio, nos sacamos los crampones, redistribuimos las mochilas y bajamos hasta el parquing para poner fin a esta nueva ascensión.

Si quereís ver el track de la ruta, pinchar aquí. En total són 12 km con +1200m (del refugio a la cima y de la cima, al párking).

montaña

Pico de Estós

Habíamos leido que esta cumbre era sencilla y un lugar perfecto para ver el precioso valle que rodea Benasque.
Dos días antes había caído una nevada importante pero parecía que una brecha de buen tiempo se abría ante nosotras. Aprovechamos la oportunidad y junto a otra pareja decidimos realizar el recorrido que nos llevaría poco más de 6 horas.

Los coches los dejamos antes de llegar al km 70, en la carretera A-139 dirección «Llanos de Hospital». Justo en la carretera, pasando un puente a mano derecha, encontramos un apeadero o párquing y, cruzando la misma carretera, unos metros más arriba, encontramos el sendero que nos lleva en ascenso por un precioso bosque a lo largo de 30 minutos aproximadamente.

En nuestro caso, una vez salimos del bosque, el entorno se abre y la nieve empieza a florecer. Seguimos la caminata siguiendo unas huellas bien marcadas con tendencia un poco hacia la derecha. Llegado a un punto, huellas que seguíamos se pierden, así que toca abrir traza (de momento, fácil) hasta la cabaña de Lliterola. Para llegar hasta ella, alcanzamos un collado y descendemos unos metros, cruzando un pequeño puente de madera. Las indicaciones marcaban 90 minutos desde el parquing hasta aquí. Nosotros hemos tardado 75 minutos aproximadamente.

El camino desde la cabaña hasta la cumbre se hace un poco más complicado por la cantidad de nieve humeda que hay. Aparte, toca abrir camino y la nieve nos llega hasta las rodillas y, en ocasiones nos llegamos a hundir. El camino hasta la cumbre se hace lento, ahora bien, el paisaje es espectacular. Todas las montañas nevadas y, detrás nuestro, una preciosa traza que hemos ido creando a nuestro paso.

Seguimos caminando hasta alcanzar el collado, a unos 2300m aproximadamente. Nos queda la recta final, donde aquí, la nieve no es tan densa y nos facilita la ascensión.

Una vez en la cumbre, nos hacemos las fotos de rigor. El cielo se había tapado un poco pero llegamos justo a tiempo para poder observar buena parte de nuestro alrededor. Aún nos ha faltado un poco de visibilidad para poder contemplar, mucho mejor, todo lo que nos rodea.

El descenso lo hacemos siguiendo nuestra própia traza, intentando recordar algún pequeño tramo.
La ruta acaba siendo de casi 10 km, por alguna extraña razón el GPS ha perdido señal y no me ha contado lo que faltaba.
Para ver el track de la ruta, pincha aquí.

Reflexiones

Etapa 3. Maspalomas- Las Palmas 65km

La noche se ha hecho larga por el constante ruido que había en el hostal. Puertas que se abrian y cerraban y muchos golpes. Aun así, estábamos cansadas y hemos podido descansar lo suficiente para la última etapa de nuestra pequeña aventura.

Tras desayunar un yogurt liquido y plátano (de Canarias, obvio), hemos emprendido el pedaleo. Eran las 9’20h y los termómetros ya marcaban los 24°C.

Los primeros 24 km se hacen rápido por la GC-500 hasta Cruce de Arinaga, aunque nos metemos por pueblos que, en ocasiones, nos hacen perder el rumbo.
Seguidamente, hemos pedaleado dirección «Telde» por una constante pero suave subida pasando por «Ojos de Garza» y » El Goro».

Una vez en Telde, hemos vuelto a emprender una última subida, por el Valle de Jinamar, por una carretera poco transitada hasta «La montañeta» y de ahí hemos bajado hasta el centro de las Palmas por un largo carril bici de color rojo. Un total de 65km con +840m, de desnivel positivo. Una etapa tranquila, aunque mucho menos bonita que las dos anteriores.

Ya en las Palmas, nos instalamos, nos duchamos y compramos algo para comer. La tarde la dedicamos a pasear hasta el punto más alejado de la isla, hasta la punta del confital, y hemos vuelto por la costa tranquilamente.

Mañana y pasado haremos alguna excursión por la zona antes de volver hacia Barcelona y empezar nuevamente a trabajar.

Reflexiones

Etapa 2. La Aldea- Maspalomas 66km

El hostal/albergue Hoyilla, ofrecía el desayuno, así que, después de un bocadillo, unos trozos de panettone y alguna que otra galleta empezamos la etapa del día. Son las 9:15h cuando salimos por la puerta, dirección Maspalomas.

La noche anterior estuvimos buscando información sobre qué carretera escoger. Veíamos que mucha gente subía a la zona del Pico de las Nieves/ Roque Nublo, para después descender hasta Maspalomas. Otras opciones, nos mandaban dirección Mogan, para subir por «Pie de Cuesta» y descender hasta el mar para realizar los últimos 13km a orillas del mismo. Finalmente y, tras informarnos con las propietarias (catalanas) del albergue, optamos por esta opción.

Los primeros 5km suben no más de 200m de desnivel por una carretera muy tranquila. Después de esto, empiezan unas subidas más tersas, donde, en algunos tramos, ponerse en pie sobre la bici, es una necesidad.

A lo alto de la colina, le sigue una suave bajada, con algo de subida en algun momento hasta llegar a «Pie de Cuesta». De ahí en adelante, nos esperan unos 9 km de subida constante, aproximadamente 650m de desnivel positivo por una serpenteante carretera muy poco concurrida y en muy buen estado.


La subida no se hace del todo pesada, a parte, la infinidad de curvas acaban siendo entretenidas. El calor apreta pero, por suerte, antes de las 12:30h estamos en el punto más alto, llevamos 31km y nos quedan 35km más hasta Maspalomas.

Los primeros dos o tres km de bajada, se hacen por una carreterita en mal estado, con gravilla y piedras sueltas. Luego, el descenso hasta el mar y hasta Maspalomas por una carretera en muy buen estado y sin pérdida.

Son las 14:00h cuando nos plantamos en el hostal. 66km y +1560m han salido finalmente.

Ducha y a comer. A punto de reventar, decidimos caminar hasta las Dunas para bajar todo el banquete que nos hemos comido. Un largo paseo, muchas fotos y finalmente descanso. Mañana toca la última etapa de esta corta aventura por Gran Canaria.

Reflexiones

Etapa 1. Las Palmas de Gran Canaria – La Aldea 59km

En invierno, salir en bici se hace más duro, así que, tras hacer varias búsquedas encontramos una oferta para volar hacia Las Palmas de Gran Canaria.
¿Qué mejor manera que empezar el año en pantalón corto y camiseta de tirantes?

Dicho y hecho, mochila pequeña con todo lo necesario y a las 4’50h de la madrugada del 1 de enero nos plantamos en el aeropuerto de Barcelona para coger el vuelo de las 6’20h.

El primer día fue «tranquilo» puesto que la mayoria de tiendas estaban cerradas. Así que caminamos por todos los rincones (y más teniendo en cuenta que nuestro hostel estaba a 1h30min caminando por la zona de la playa de las Canteras…). Comimos ropa vieja de carne, «papas arrugás» y ensaladilla rusa. Sin olvidarnos de un tremendo helado repleto de chocolate. El cansancio era destacable así que cenamos un yogurt y muy pronto nos fuimos a dormir.

A las 9:00h de la mañana nos plantamos en la tienda de «free motion bike» para recoger las bicicletas de carretera que habíamos reservado con anterioridad por internet (25€ al dia y 6€ por el alquiler de casco). Nos vestimos, montamos los «bikepacking» y dejamos una mochila con lo que no necesitamos y, tras desayunar un bocadillo, empezamos el pedaleo. Son las 10:30h.


La ruta, de 59km y +1050m de desnivel, se hace entretenida. Los primeros kilometros son rápidos por la GC-2 (una especie de autovía permitida para ciclistas con un arcén ancho y con escaso tráfico). Luego, llega el momento de las subidas y bajadas, un rompepiernas por la carretera GC-200 de dos carriles a doble sentido, serpenteante, sin arcén, con unas vistas increíbles, unas subidas controladas y poco tráfico.

Hemos entrado en un túnel de 3km donde, al entrar, detectaba que había ciclistas y, automáticamente, cerraba uno de los carriles para que no se pudiera circular por él, avisando en los carteles que el carril derecho era para ciclistas. Muy bien iluminado, una gozada!


Tras una larga bajada, llegamos a la Aldea, pueblito donde nos alojamos hoy. Mañana saldremos más temprano, tenemos una subida interesante por delante.